Después de pensarme y vaguear bastante, porque me daba
un poco de, llamémoslo miedo, la máquina de coser, porque no tengo tacto con el
pedal, entonces a nada que le piso un poquito me va súper rápido, ahora ya nos
hemos hecho íntimas amigas, si si.
Todo comienza el Viernes, me levanté, desayuné y dije
“hoy es el día” y nos pusimos a ello, que si fotocopiamos el patrón, recortamos
la cartulina y la pasamos a la tela….. vamos lo que se suele hacer. Después de
esto, cogí la máquina de coser y aquí empieza la aventura:
Primero ponemos el hilo, ¡¡bien!!, después miramos la
canilla, ¡¡bien!!, enchufamos la máquina, que ya me pasó una vez que fui a
ponerla y dije “anda pero si no funciona”, claro hija mía si no le das a
encender…. por ahora máquinas tan inteligentes no hacen….
Cuando ya estaba preparada con todo, el hilo bien
colocado, el pie en su sitio y sujetando la tela, piso el pedal y parece que
estoy en la fórmula 1 de la velocidad que llevaba, además de eso, no calcule
bien y me di con el “soporte del pie prénsatelas” (sí, he buscado el nombre en
las instrucciones de la máquina), y vi todas las estrellitas. Acabe cogiéndole la
marcha a la máquina, y cuando acabe de coser todo, le di la vuelta a los
patrones y empezamos a rellenar con floka….. que aventura, hay que cogerle el
truquito a la floka porque al pobre mío le salieron unos bultitos, y es porque
se me hacían bolas conforme las iba metiendo dentro del muñeco.
Una vez acabé esto, nos pusimos con las costuras y todo
fue bien, lo único que a la hora de coser las orejas me confundí, pero bueno
para ser el primer muñeco que hago, ya le cogeré mas práctica, le puse sus
botoncitos y sus decoraciones, lo raro es que no me pinchara con la aguja, y
por fin acabamos el osito, ahí os dejo las fotos y ya me diréis que os ha
parecido.
Un beso para tod@s.
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